Cosas curiosas

Llamó y no supe qué responder,
nada me pudo salir del alma
que ahora traigo, traigo tan fría.

Después de solo brindarme su rechazo
y limitarme a llevar ansias por nada,
hoy me pedía algo de besos y abrazos
de aquellos que mi amor un día le daba.

¡Qué cosas curiosas! ¡qué cosas!
¿no que todo estaba muy claro?
Hoy pide darle a su error un borrón,
le niego la cuenta, le digo que no.

Las puertas cambiaron de llave
y esta historia no tiene parte dos;
después de curar las heridas
duerme en tranquilidad el corazón.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Piereh Antoni

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo