Abigarraron nuestros corazones
sentimientos para nada compatibles;
y si de algo estamos, tú y yo,
tan, pero tan seguros que,
ninguno de los dos fue
un completo insensible.
Simplemente no se dio,
por (algunas) cosas raras…
alguno confundió
rosas con acantos,
y de nada sirve ya pensarlo;
de nada sirve darle vueltas al asunto,
ni tratar de, nuevamente, invocar
algo que se ha muerto hace mucho,
algo que se ha muerto hace tanto.
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