Tú me hiciste muy triste,
nada, de tu cruel corazón, tú, me diste;
me arrojaste muy lejos,
te olvidaste este amor sincero que siento.
Solo fui un pasatiempo,
visto solo como otro objeto de esos;
tú me dejaste a un lado,
como si fuera algún muñeco de trapo.
Tú me hiciste muy triste,
nada, de tu cruel corazón, tú, me diste;
yo lloré de abandono,
como si cada hueso estuviera roto.
Contigo, casi me muero de frío,
no hay abrazo tuyo que sirva de abrigo;
me dejaste aquí, tan solo en otoño,
cada parte de toda mi alma, tú, has roto.
Deja un comentario