Nunca debimos,
tú y yo, empezar;
fue todo, tan crudo y real,
así lo confirma el final.
Hubo duros momentos,
siempre estabas ausente,
no hubo señales de amor,
no hubo señales de amor.
Tanto te amé para nada,
solo me queda avanzar;
ya no eres la misma persona,
hoy eres distinta, otra cosa.
Fuiste tú quien pecó,
quien me arrojó;
no te quejes, ahora ya no,
si estoy en brazos ajenos,
con otro corazón.
Cuanta desilusión,
cuanta falta y dolor,
siempre…
a causa de ti.
Tanto te amé para nada,
solo me queda avanzar;
ya no eres la misma persona,
hoy eres distinta, otra cosa.
Fuiste tú quien pecó,
quien me arrojó;
no te quejes, ahora ya no,
si estoy en brazos ajenos,
con otro corazón.
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