Me negué a aceptar
Que en el barco había más.
Bien lo supiste disfrazar
Hasta que te vi con mis propios ojos,
Y ese día el corazón no sintió más.
Siempre lo decían,
Tus errores ya tenían tiempo.
Si hago retrospectiva,
La cabeza me dolía;
Eso era una señal.
No me hacía falta calcio,
Estoy seguro de que los cuernos
Se me notaban desde el espacio.
Así que no me vengas a pedir
Que no hable mal de ti o te tenga consideración,
Si fuiste tú quien se pintó,
Si fuiste tú quien se ganó
La peor reputación.
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