Llamó y no supe qué responder,
nada me pudo salir del alma
que ahora traigo, traigo tan fría.
Después de solo brindarme su rechazo
y limitarme a llevar ansias por nada,
hoy me pedía algo de besos y abrazos
de aquellos que mi amor un día le daba.
¡Qué cosas curiosas! ¡qué cosas!
¿no que todo estaba muy claro?
Hoy pide darle a su error un borrón,
le niego la cuenta, le digo que no.
Las puertas cambiaron de llave
y esta historia no tiene parte dos;
después de curar las heridas
duerme en tranquilidad el corazón.
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