Pídeme,
aunque finjas que
no quieres regresar;
hazte de rogar
como siempre sueles tú y
échame hacia tras para variar,
pero nunca, nunca dejes
que te deje de pensar.
Haz de nuestro juego
para mí algo más difícil,
algo más que algo mortal;
haz lo que te plazca
mas no dejes de jugar.
Hoy te quiero
hablar a sabiendas que
pretendes no escuchar;
sé que suena masoquista
y es así en realidad;
solo haces tu deber
castigando mis pecados
por haberte traicionado
cuando solo te debía amar.
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