Se te endureció el corazón
Y solo me dabas golpes en el interior.
Llegué a maldecir el día y el instante
Cuando nuestros caminos,
Con mucha pena, se cruzaron.
Pasamos de darnos
Las manos a los besos y
Perdí la razón;
Sin verlo todavía,
Fui dando más que tú.
El cielo, así, pasó a gris, y no volvió a ser más azul;
Ya nada bueno quedaba
Para mí, en ti.
Decías,
Entre tantas cosas,
Tan solo mentiras;
Promesas, y que
Pronto tú cambiarías.
Al amor
Siempre lo trataste
Con tamaña hipocresía.
Deja un comentario