Aún sigo pensando en ti
y extrañarte duele casi a morir;
me duele el corazón, (mientras)
intento, sin poder recobrar la razón.
Llegas y quieres herir,
conmigo queriendo acabar,
dejando heridas sin poderse curar,
mil sentimientos que no pude salvar.
Sigues inmersa en mi mente,
impertinente en mis sueños:
tu nombre cruza imprudente,
del otro lado del puente.
Vuelven hoy tus recuerdos,
vuelves pidiendo perdón,
que olvide fácil todo el dolor,
entre canciones de amor.
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