Gracias por dejarme en pedazos,
por abandonar sin dos veces pensarlo,
así… cada parte
del guerrero más necio,
de aquel que llevo dentro del pecho.
De algún modo había
él y yo que aprender
que tú no supiste ni un poco amar,
que tú no tenías nada que dar.
Me vuelvo a donde fui,
me vuelvo para recuperar
lo que en mí tú quisiste cambiar.
Me vuelvo a donde fui,
a cambiar las cosas absurdas,
a dejar en agua mis llagas,
las tantas heridas.
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