¡Qué ironía!

Qué pena tan grande
que hoy se puede sentir,
aun así, es mejor para mí,
dar un paso al costado, y ya no esperar;
poco a poco se van a curar
cada uno de todos los años
juntos vividos en vano.

Qué pena tan grande
que hoy se puede sentir,
hoy seré yo sincero por ti;
es otro, el viento, no es posible volver,
ni un instante ni el tiempo hacia atrás;
pronto cerrarán las heridas,
la vida debe avanzar.

Es lo mejor decirnos adiós,
por el bien de los dos,
que pronto todo expire aquí, al fin.

¡Qué ironía!
el haberte amado tanto, tanto, tanto,
sabiendo en la inconsciencia
que eras fría.

¡Qué ironía!
cuanto yo pasé por alto tus engaños,
aun habiendo mil deudas
a tu cargo.

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