Solo quise invitarte a pasar,
con el corazón listo
para recibir ¿amor de ti?
Fui tan iluso y,
creí pensar que ahora sí
podrías tú cambiar.
Pero caí de golpe
de nuevo a la realidad;
ya me era claro que
tu alma era de esas
tan imposibles de amar.
No has nacido tú para el amor,
porque tú en vez del corazón
llevas una gran piedra
o quién sabe qué,
pero hay algo que te hace a ti
vivir siempre en tinieblas.
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