Viendo hacia la calle y la luz de los autos,
viendo esta lluvia predecible que cae,
viendo a los cielos y una imagen que guardo;
todavía no logro entender el cómo…
cómo tu ausencia tiene tanto descaro.
Pienso y pienso, lo pienso todo,
leo un par de notas regadas;
recojo una almohada mojada
que ayer dejé detrás de la cama.
Siempre, yo, con la misma canción,
y más de un par de fríos cafés
viviendo el infierno más calmo
… que me haya tocado.
Ha vuelto ya a oscurecerse,
yo como siempre pensando;
acostado en la cama más triste,
con otro recuerdo que insiste.
Ha vuelto aquí la mañana,
yo nuevamente aguardando;
lejos de ti queriendo otra vida,
nunca más un nuevo mal día.
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