Dejé de sentir necesidad de sentirte a mi lado,
Dejé las ganas de morirme si no estoy contigo.
Comencé a regalarme,
Esta vez y cada vez que yo lo quería,
Un poco más de mi tiempo,
Un poco más de auto afecto.
Tus caricias
Se volvieron
Caricias recibidas de un cuerpo muerto;
Estabas hasta el último instante: fría.
Cada momento a tu lado
Fue un gran calvario y lo tengo bien claro.
No hay recuerdo que llegue primero
Y no me reafirme que fue una pesadilla,
Amar a quien me acababa la vida.
Fui el Titanic y tú el inevitable iceberg.
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