Nunca le di pase al engaño,
nunca se me hizo costumbre;
siempre pensé antes de dar,
siempre, yo supe cuidarme.
Nunca le abrí puertas al miedo,
nunca fue dueño de mí;
siempre pensé antes de dar,
siempre mandó la razón.
Tropezar una vez más
no significa que
todo vaya a cambiar,
por el contrario, soy
de los que vuelven a apostar.
Encendí mis sentidos,
puse en pie la esperanza,
aprendí de tantas heridas,
decidí escuchar mis latidos.
Cobró vida el corazón,
otra vez ha creído, y
quiere intentar.
Todo lo da,
él ha vuelto a sentir,
quiere volver a amar.
Todo lo da,
piensa solo en vivir,
quiere volver a amar.
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