En el amor sé que ha llegado mi turno,
apareciste y completaste mi mundo;
el infierno que había hoy es paraíso;
no puedo negar cuan feliz soy contigo.
Nada es como estar en tus brazos,
contra ello, no puede ni el tiempo,
ni siquiera el fin de los días;
no sabemos, tú y yo, de ocasos y miedos.
Para mí, nadie es más especial,
me enamoré con locura, sí,
y con todas mis fuerzas de ti;
ha valido la pena esperar.
Cada día supera el ayer,
y le agradezco a la vida, sí;
el que yo vuelva a sentirme así,
que nuevamente vuelva a creer.
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