¿Y permiso para qué?

Te veo allí
dormida
y siento como,
cada una de mis células
tiemblan tan agitadas y nunca de miedo;
ya no hay dudas que adoro a morir tus cabellos.

¿Qué de distinto tiene este amor?

Te veo allí
dormida
y siento como,
amo más de tus ojos
el brillo que estos despiden en nuestros besos;
ya no hay dudas que contigo quiero algo eterno.

¿Qué de distinto tiene este amor?

Te protejo, yo,
hasta de
tus temores, de
tus más oscuros sueños;
te sostengo en brazos y se detiene el tiempo,
cada segundo queda grabado en recuerdos.

¿Y permiso para qué?, ¿por qué
y de quién? Si no necesitamos disfraz,
si son los ojos ajenos quienes todo lo ven mal.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Piereh Antoni

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo