No, no fui yo quien perenne faltó,
tu presencia una nada duró;
te olvidaste de todas las cosas,
culpa tuya murieron las rosas.
Hoy dejarás de hacer tanto daño,
hoy marcharé en sentido contrario,
de ti, por un distinto camino;
me alejaré de todo este frío.
No, ya no, todo al fin se acabó,
en tus manos estaba el amor;
fue tan escaso el poco cariño,
ya fue suficiente contigo.
Tantos años, y tanto mal rato,
tanto cuento, viviendo en lo incierto;
te olvidé y esta vez lo supero,
esta vez todo va muy en serio.
No, ya no, todo al fin se acabó,
en tus manos estaba el amor;
fue tan escaso el poco cariño,
ya fue suficiente contigo.
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