Ya no

No, no fui yo quien perenne faltó,
tu presencia una nada duró;
te olvidaste de todas las cosas,
culpa tuya murieron las rosas.

Hoy dejarás de hacer tanto daño,
hoy marcharé en sentido contrario,
de ti, por un distinto camino;
me alejaré de todo este frío.

No, ya no, todo al fin se acabó,
en tus manos estaba el amor;
fue tan escaso el poco cariño,
ya fue suficiente contigo.

Tantos años, y tanto mal rato,
tanto cuento, viviendo en lo incierto;
te olvidé y esta vez lo supero,
esta vez todo va muy en serio.

No, ya no, todo al fin se acabó,
en tus manos estaba el amor;
fue tan escaso el poco cariño,
ya fue suficiente contigo.

Compártelo en

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Piereh Antoni

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo