Miro tus ojos y no hay duda,
no hay duda de cómo
nuestras almas conectan.
Basta ver el brillo en ellos,
basta verte sonreír para saber,
con gran seguridad, por donde ir.
Poco importa si es verano,
si es invierno, poco importa
si el otoño se nos presenta
en aquellos ínfimos instantes de pelea.
El sentir siempre halla la manera
de extender estas bellas vivencias,
de extender lo que siempre será
nuestra más eterna primavera.
Y no te preocupes
porque nuestras mariposas
son todas unas guerreras;
no te quede duda
cuan capaces son,
cuando perfecto cuidan
de este amor,
cuidan de nosotros dos.
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