Poesía

  • Mariposas II

    Miro tus ojos y no hay duda,no hay duda de cómonuestras almas conectan.Basta ver el brillo en ellos,basta verte sonreír para saber,con gran seguridad, por donde ir. Poco importa si es verano,si es invierno, poco importasi el otoño se nos presentaen aquellos ínfimos instantes de pelea. El sentir siempre halla la manerade extender estas bellas…

  • A dónde ibas

    Después de decirme quetiempo y más necesitaba este amor,fue que el corazón sospechóa dónde iban tus pies,a dónde ibas y a más de cien. Mi piel se cansóde gritartener más,poco más decariño lindo ytu atención. Comprobé cuál fue la caraque me dibujaste cada mañana;comprobé dejando de lado el dolor,la cara que tú siempre viste en…

  • De la vía

    Ya he dado muchas veceslas manos, confiado,las di y a penas al ratovolvieron mordidas. De nuevo no tuve aciertopensando que,sin salirme yo de la vía,después de seguirlas cosas serían distintas. Me equivoqué en la vidaarrojando los huesosa quien al poco tiempose iba, se iba, se iba.

  • Te puedo perdonar

    Te puedo perdonar, sí, y todo los demás, pero no me insistas tú en que olvide todo, todo, que volvamos a empezar. No se puede repetir, es un grave error el solo sugerir volver a tropezar, volver a colocar la piedra, engañarse a conciencia, una más

  • Comunión

    Bailaban tus cabellos y así mis dedos, antes de llegar a tu puerto, mi velero; bailan los besos al ritmo, y los pies después de cada promesa de volver; buscaba mi boca tu rincón. Cantaban golondrinas sobre el tejado cuando tu piel aún le silbaba a la mía, querida, vida querida, mi vida; queridos, y…

  • Acantos

    Abigarraron nuestros corazones sentimientos para nada compatibles; y si de algo estamos, tú y yo, tan, pero tan seguros que, ninguno de los dos fue un completo insensible. Simplemente no se dio, por (algunas) cosas raras… alguno confundió rosas con acantos, y de nada sirve ya pensarlo; de nada sirve darle vueltas al asunto, ni…

  • Cicatrices

    Has traído plagas, y en cola cicatrices, tan solo desgracias. Has dejado al paso cuchillos que iban, en vivo y en directo. A un pobre corazón que, cual cirugía a pecho abierto, siempre se mostró sincero, a ese corazón que no sana con decir «lo siento».