Lagunas

Con cuánta frescura
me miraste directo tú,
al centro de las pupilas
con esa petrificante sonrisa;
mientras yo
fría frente a un mudo,
quizás me viste como:
la idiota más grande de este mundo.

Regresaste tú tan descarado,
tan campante de ir acabando otras vidas,
excusando ya haberme olvidado
en el fondo de alguna de tus lagunas.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Piereh Antoni

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo