Ni Me Entero

Siempre se creyeron perfectos,
con su casa de dos plantas
y dinero que al final no les sirvió
para comprarse valores
o algún mapa para ir por el camino correcto.

Se han saturado de hijos y tan maleducados,
no nos pueden ver disfrutando.
Siempre están observando
a dónde es que viajamos, qué compramos
y hasta quién nos acompaña en nuestra cama.
Con todo ello han tenido la cara
de decirles a nuestros padres
cómo es que debieron criarnos.

Cuando yo no tuve nada — ni se asomaron,
aunque nunca tuve necesidad
de pedirle a alguien una mano,
nunca la ofrecieron…
pero para criticarme la vida
siempre han sido los primeros.

Ahora es bueno saber que
los tengo, y bastante lejos,
a varios cientos de kilómetros,
y si me tienen envidia, yo ni me entero.

(Ni me entero… ni me entero…)
Si hablan, si critican, si envidian mi vuelo…
yo ni me entero.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Piereh Antoni

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo