Aunque yo pudiera irme,
No lo quiero así.
Aunque yo pudiera salvarme,
Prefiero estar a tu lado.
Aunque sé que me haces daño,
Aunque tengas el arma en tus manos,
Algo en mí se ha vuelto adicto a tus balas.
Si no estás matándome,
No sé qué hacer de mí.
¿Síndrome de Estocolmo?
¿O simple masoquismo?
No sé cuál sea el diagnóstico,
Solo sé que tú marcas el ritmo.
Para este amor no hay otro modo.
Deja un comentario