Cariño, ay, cariño

Me alimentaste de ti, y
no supe que
sería por tan poco tiempo;
hoy te vas, e ignorando
dejas atrás lo que yo ofrecí, y
tanto de mí en lo más incierto;
tú, gran corazón de hielo.

Te entregaste a otros brazos, tal parece,
le cediste tus derechos a otra alma,
se apropió de ti uno que carece,
uno que no tiene amor ni nada.

Cariño, ay, cariño,
me dejaste durmiendo en el lodo,
me lanzaste, y sin paracaídas,
tú, hacia algo sin fondo.

Cariño, ay, cariño,
¿y ahora cómo? Dime, ¿cómo?
¿cómo diantres yo te olvido?
ay, cariño, ay, cariño.

Deja un comentario

Descubre más desde Piereh Antoni

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo